Hace un tiempo, cuando me encontraba sumergida en el mar de mi desesperación, conocí a un hombre maravilloso... que fue capaz de traer hasta mi una gran alegría, una intensa luz y una enorme paz.
Desde hace un tiempo, él anda buscando su luz... ésa que perdió entre la oscuridad de la soledad del alma, de los sueños frustrados y de las cruces que carga sobre su espalda.
Estuvo de cumpleaños hace un par de días atrás... y para saludarlo mi corazón melancólico y solitario escribió lo siguiente...
"Cuentan los sabios del oriente que cuando un guerrero se perdía en la oscuridad de la noche, para volver a encontrar su camino debía invocar a sus ancestros. Mirando al cielo pedía le indicarán el camino de regreso a asa, y sus antepasados le hacían un camino de estrellas que le decía hacia dónde caminar...
Un guerrero nace siendo guerrero y aunque se caiga y se pierda mil veces, sabrá continuar con la frente en alto porque su alma luchadora siempre lo guiará hacia el camino del crecimiento con destino a la felicidad...
Un guerrero es siempre un guerrero, aunque deje el traje guardado y piense que ya no tiene razón para luchar... Su corazón siempre en contienda nunca abandona su espíritu... su esencia... su origen."
Un beso gigante para quien me ha robado el corazón mil veces...
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